Poder entender el sentido de los colores en los vitrales va más allá de una pieza decorativa, la apreciación visual de la refracción de los colores puede volverse una experiencia sensorial.

Al llegar a un espacio que cuenta con vitrales, es inevitable observar cómo estos se proyectan en los interiores de un espacio arquitectónico, esa luz refractada genera una atmosfera especial donde los colores varían con forme al trayecto de la luz solar, con la característica de que los vitrales pueden crear diferentes efectos visuales, que también se ven asociados a las texturas, formas y espesores.

El término ¨conciencia perceptiva¨, se refiere a la unificación de las sensaciones, a partir de la relación que tiene el sujeto con el entorno, es lo que la persona vive a partir de sus recuerdos y experiencias, toda información que entra a los sentidos se asocia a eventos o sensaciones relacionados con algunos aspectos de la vida; esto aplicado a los vitrales tiene que ver con recuerdos que el sujeto construye a partir de la observación de los colores que se refractan en el espacio, esto no se relaciona al color en función de la gama cromática sino a la experiencia de los sentidos y los recuerdos individuales de cada persona. El vitral es mucho más que un elemento decorativo, el vitral resalta experiencias, sensaciones y emociones, ya que su objetivo no es evocar el propio objeto, sino fabricar un espectáculo en la mente de cada persona que lo mire, este espectáculo representa tanto la vivencia del diseñador, así como la del espectador que es capaz de captar su esencia, entenderla y transformarla mediante la observación, ya que todos observamos los colores de distinto modo, todos interpretamos de diferente manera, creando así un espectáculo único para cada persona que lo mire.